Estuvimos visitando las cataratas de Pullapanzak. Sin querer un día navegando por Internet descubrí que existían y lo mejor de todo era que no estaban tan lejos.
Así que fuimos con Ricard.
Están ubicadas a unos
La entrada nos costo 30 lempiras. A la entrada del recinto nos encontramos con unas vendedoras de mangos verdes, que mientras vendían iban pelando y preparando los mangos para colocarlos en las bolsas. Conforme íbamos entrando nos dimos cuenta de la humedad que hacia en ese lugar. Justo antes de llegar a las cataratas se veía el balneario lleno de catrachos. Caminamos otro poquito y ya, justo allí estaban las cataratas enormes!
Miden unos 43 metros de altura, tampoco es tanto pero verlo fue realmente impresionante. Además de lo impresionante de su tamaño y su belleza, justo pegaba el sol de lleno y eso provocaba que hubiera un arco iris.
Luego bajamos para ir a ver las cataratas desde un mirador. Cada vez que nos acercábamos se sentía súper húmedo y si a eso le sumamos las gotas y la brisa que provocaba el agua al caer al final estuvimos todos mojados.
Así que nos fuimos a disfrutar de las pozas que hay para refrescarse y vaya si no son para refrescarse, pues el agua estaba fría.
Ya de vuelta paramos a comer a la orilla del lago de Yojoa para comer un rico pescado al estilo de “Yojoa”. Nuestra decepción fue que el famoso pescado ese esta mucho más bueno en un restaurante aquí en Tegus que en el propio lago.
Pero disfrutamos así, un fin de semana más aquí en Honduras, viendo y viviendo la naturaleza.
1 comentario:
Las imagenes tienen algo que me transporta a tiempos precolombinos, reconforta pensar que hay lugares que estan igual que hace miles de años... a pesar de que te quieran cobrar 5 dolares por cabeza para verlos.
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